¿Cómo podemos
cambiar nuestros hábitos?
Los métodos más comunes que actualmente
se enseñan y predican para cambiar los hábitos, ya sean dietas, talleres o
programas de estudio, basan la mejora de los hábitos en la motivación y el
deseo de alcanzar los objetivos,
¿Son realmente efectivos?
En los E.E.U.U. después de una campaña
para concienciar a la gente para que tomase 5 piezas de frutas o verduras al
día. Al comprobar los resultados se constató que el 35% de las personas
pensaban que debían tomar las 5 piezas al día. Pero solo un 11% lo hacía
realmente, casi los mismos que ya lo hacían antes de la campaña. La campaña
cambió la intención de las personas, pero no pudo cambiar su conducta habitual.
Según Wood, (en el estudio reseñado en
la última entrega y con el que seguimos en la actual)“Hay que contemplar tres grandes
principios para alterar la conducta habitual. Primero hay que descarrilar los
antiguos hábitos y abrir una ventana a nuevos propósitos.” Si no se pueden
hacer cambios radicales de escenario como cambiar de ciudad, se pueden hacer
algunos parciales, como poner en los sitios más difíciles de alcanzar, los
alimentos menos adecuados para una dieta de adelgazamiento.
“El segundo principio es recordar que la
llave es la repetición.” Y aquí no hay reglas fijas, se puede tardar de 15 a
254 días en crear un nuevo hábito.
“Finalmente: Tiene que haber un contexto estable para establecer un nuevo patrón”. Wood recalca: “Enjuagarse
después de cepillarse los dientes hace que el cepillarse sea la señal para
recordar el enjuagarse.”
Resumiendo: Los hábitos que hemos ido
aprendiendo a lo largo de nuestra vida, hacen que funcionemos con el piloto
automático, para poder descargar de
actividad a nuestro cerebro. Si queremos cambiar nuestros hábitos tenemos que
contemplar tres principios: Hay que hacer descarrilar el antiguo hábito. La
única forma de adquirir un hábito nuevo es por repetición. El nuevo hábito solo
podrá consolidarse en un marco estable.