domingo, 3 de agosto de 2014

Bueno para unos, malo para otros
El stress que el cerebro produce para nuestra defensa y la mejor reacción ante situaciones anómalas, puede producir daños en aquellos organismos que no estén en buenas condiciones físicas.

Investigadores dela Boston University School of Medicine (BUSM), utilizando modelos experimentales, han demostrado que la adenosina (Un metabolito que se descarga en el torrente sanguíneo como respuesta a una agresión inflamatoria o al stress), interrumpe el proceso de adipogénesis, cuando las células grasas (adipocitos) jóvenes se transforman en adultas.
Por estudios previos, se sabe que la “adipogénesis” desempeña un papel clave manteniendo una homeostasis saludable de las grasas, manteniendo los adecuados depósitos grasos en las células, de forma que estas no presenten altos niveles en sangre. El estudio actual indica que la respuesta del cuerpo al stress, estancando el desarrollo de adipocitos, podría hacer más daño que provecho en condiciones de obesidad o de altos niveles de grasa en sangre.
El proceso se interrumpe por un (recientemente hallado) identificador de los receptores de adenosina, el: A2b adenosine receptor (A2bAR) que actúa sobre un factor de las "células madres" llamado KLF4, que regula el sostenimiento de las "células madre".  

“Puede parecer ilógico, pero nuestro cuerpo necesita de los tejidos grasos para su buen funcionamiento  y determinados procesos bioquímicos son necesarios para que esto se realice.” Dice Katya Ravid, DSc/PhD, professor de medicina  y bioquímica en BUSM y  director of the Evans Center for Interdisciplinary Biomedical Research que dirigió el estudio. “ Nuestro estudio sugiere que un mal funcionamiento por causa del stress y puede interrumpir el proceso de desarrollo de los tejidos grasos lo que puede tener un impacto negativo en los procesos dependientes que regulan la buena homeostasis de las grasas. 

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